16.9.11

Fotografos de película. Los inventores de Morel

Fotograma de la Pelicula L'etoile de mer, 1929, de Man Ra
El movimiento se había revelado como el gran enemigo de la primigenia fotografía. El largo tiempo de exposición que necesitaban los primeros daguerrotipos hicieron necesario que los primeros fotógrafos madrugaran para poder mostrarnos unas ciudades aun dormidas, bodegones urbanos desprovistos de todo aquello que ofreciera el más mínimo rastro de movimiento. Poco tardó la fotografía en superar estas dificultades técnicas y el movimiento ya no supuso un problema. Entre los cuarenta y seis años que van desde la “Vista desde la ventana en Le Gras” de Joseph Nicéphore Niépce, al caballo en movimiento de Eadweard Muybridge, no sólo queda solucionado esta cuestión sino que también, con su zoopraxiscopio nace una nueva unión, la del cine y la fotografía.

Es interesante resaltar este hecho, puesto que no sólo el cine nace vinculado al trabajo de un fotógrafo, sino que desde entonces (desde su gestación) muchos son los fotógrafos que han estado muy ligados con ella realización cinematgráfica.
Esta breve reflexión sobre este la relaciones de los fotógrafos con el cine no pretende ser exhaustiva sino marcar algunos hitos interesantes de la misma. Así, desde el galope de los caballos de Muybridge hasta el “Mr. Freedom”(1969) de William Klein, cabrían muchos más ejemplos de los que aquí de reseñarán.
Un punto muy importante de este recorrido se sitúa en la década de los años veinte del siglo pasado.
Por un lado, en la Europa de las primeras vanguardias y su investigación creativa, tiene en el año 1929 uno de estos grandes momentos. En la ciudad alemana de Stuttgar y organizada por la Deutscher Werkbund, se celebrará la famosa exposición de la Film und Foto. Ya desde su propio nombre queda patente esta unión de la fotografía y el cine que no podía pasar por alto la vanguardia. Junto a los fotógrafos alemanes de la Nueva Visión o Nueva Fotografía, encontramos a cineastas y fotógrafos vinculados al constructivismo ruso y al surrealismo francés y a la nueva fotografía directa norteamericana.
También al inicio de esta década y fruto de este maridaje de la fotografía y el cine podríamos decir que nace en Estados Unidos el cine documental, cuando en 1921, Paul Strand y el pintor y también fotógrafo Charles Sheeler realizan Manhatta. Género que también cultivará Henri Cartier-Bresson ( Victoire de la vie, 1937, L’Espagne Vivra, 1938, Le Retour, una película sobre el regreso de los prisioneros tras la Segunda Guerra Mundial realizada en 1945).
Para terminar este breve recorrido por el cine de los fotógrafos merecería la pena detenerse en la obra de William Kleim; iniciada en 1958 dentro del emergente arte pop con Broadway by Light y que le hará abandonar la fotografía en 1965 para dedicarse desde entonces a la realización de un cine alejado de los circuitos comerciales pero que abarcará muy diversos géneros

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